Te miro entre la gente, hablando con no sé muy bien quien, pues no consigo apartar mis ojos de ti. Te veo relajado, sereno, seguro de ti mismo... y no puedo evitar sentirme atraida por esa imagen.
Tu cuerpo definido bajo la camisa, se define perfectamente con esa luz.. Llevo días, quizá semanas observándote, no lo recuerdo, y aunque hemos cruzado quizá tan solo unas pocas miradas, sé en el fondo de donde tendría que estar mi corazón, que quiero que seas mio.
Deambulo por el bar, consciente de cada uno de tus movimientos, saludando aquí y allá, y termino tropezando "accidentalmente tras tu acompañante, y galantemente acudes a ayudarme.. ( no esperaba menos). Con una leve sonrisa de preocupación clavas tus ojos en mi, preguntándome si estoy bien..pero las palabras se quedan mudas en tu garganta.. No puedo apartar los ojos de los tuyos y noto que tu corazón se acelera.. lentamente me ayudas a incorporarme y me acompañas fuera al ver mi rostro tan pálido.
Me alejas un poco del ruido y me ayudas a sentarme en un portal, arrodillarte frente a mi, y con sincera preocupación me preguntas.. "¿Estas bien?" Sin dejar de mirarte embelesada por esa belleza tan terrenal que transmites, asiento con la cabeza levente, y si poder evitarlo te acercas lentamente y depositas un suave beso en mis fríos labios.
Acaricio delicadamente tu rostro y me deleito con la suavidad de tu mejilla, hacia mucho que no conseguía apreciarlo.. y en ese momento, en lo más profundo de mi ser, supe que eras tu. Casi sin darme cuenta rocé mis labios en tu cuello.. y te oí susurrar.. "soy tuyo..tómame para siempre"
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